Los hombres catalanes se caracterizan por promover la igualdad y el reparto de tareas con su pareja. Cuando están solteros, dado que la capital de Cataluña, Barcelona, es una de las ciudades de moda en Europa, suelen disfrutar del culto hedonista y de la fiesta española.  Ricard, catalán de 28 años, tiene su especial visión sobre el amor, al que califica como una «droga casi perfecta porque una vez que la consumes, eres capaz de perder el tiempo, hacer locuras»